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En esta ocasión Pizarra Santillana quiere ofrecer a sus lectores algunas de las ideas y hallazgos del profesor Bain*, para contribuir al debate sobre la enseñanza de la Historia en la Escuela Básica. Según Bain, en este contexto se deben “transformar las clases magistrales y los textos escolares de meros recuentos de acontecimientos a soportes que les ayuden a los estudiantes a tratar con problemas históricos, mientras aprenden contenidos y construyen sentido de la historia”.
“Es necesario plantear los temas tradicionales y los objetivos curriculares de Historia como problemas para que mis estudiantes los estudien. Los reformadores han sostenido, desde hace mucho tiempo, que la investigación en historia debería ser parte de la enseñanza de ésta. (…)
A partir de las disposiciones curriculares y pedagogía tradicionales, sitúo la investigación en el corazón de la instrucción”.
Los siguientes fragmentos resumen los cambios que Bain propone:
• “Los maestros deben convertir los objetivos curriculares con los que estamos familiarizados, en problemas historiográficos que comprometan a los estudiantes en el pensamiento de la Historia. Formular esos problemas históricos es un primer paso crítico en la enseñanza de esta materia.”
• “Almacenar información en la memoria de manera que pueda recuperarse eficazmente, en tanto que conceptos fundamentales de la historia, tales como estabilidad y cambio, requiere familiarizarse con la secuencia de acontecimientos que les dan sentido. (…) Los maestros deben procurar que los estudiantes se embarquen en el trabajo intelectual de aprender y ‘hacer’ historia.”
• “La mayoría de los intentos de reformar la educación en historia exhortan a los maestros
a comenzar con grandes interrogantes. (…) Los estudiantes, como los historiadores, pueden usar problemas históricos para organizar datos y orientar sus pesquisas y estudios.”
• “Los buenos problemas toman en cuenta tanto el contexto como los detalles de las narraciones históricas. (...) Trabajar de esta manera requiere que los estudiantes lidien con
importantes detalles históricos a la vez que van ampliando su entendimiento y destreza para utilizar conceptos históricos claves como significación, causa y efecto, cambio y continuidad, etc.”
• “Los maestros pueden organizar el currículo en torno a conceptos claves de la Historia, grandes ideas e interrogantes centrales. Los maestros pueden proporcionar sustancia a la instrucción aterrizando las abstracciones que se encuentran en los documentos curriculares convirtiéndolos en problemas históricos significativos.”
• “Para problematizar los relatos históricos se deben plantear interrogantes fundamentales para la comprensión de la Historia: ¿cuál es la diferencia entre los relatos históricos y el pasado?, ¿en qué difieren los acontecimientos ocurridos en el pasado y los relatos que la gente crea acerca del pasado?”
(*) Robert B. Bain, es Profesor Asistente de la Escuela de Educación de la Universidad de Michigan. En estas líneas se esbozan algunas de sus propuestas para un nuevo enfoque en la enseñanza de la Historia.
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