La experiencia médica

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No es casual que haya sido justamente en la Escuela de Medicina de la Universidad de Case Western Reserve en Estados Unidos, y en la facultad de ciencias médicas de la Universidad de McMaster en Canadá donde comenzaran a emerger, en los años sesenta, los cuestionamientos sobre la manera de cómo se enseñaba el oficio de médico. No es casual que fuese allí donde germinara la idea del llamado Aprendizaje por Problemas, y de los compromisos éticos y ontológicos contenidos en la Problematización.

Recuerda el doctor Juan Francisco Pérez González, médico cardiólogo, profesor universitario y coordinador del CIDEM -Centro de Investigación y Desarrollo de la Educación Médica- que quienes estudian la educación médica ha sido insistentes en señalar que la forma como los estudiantes de medicina estaban aprendiendo no era la más adecuada por su forma rígida, memorística, inflexible y poco creativa de transmitir el caudal de conocimientos que contiene esa disciplina.

“Era la consecuencia inevitable de una premisa que defendía que las escuelas de medicina eran para darle conocimiento a los estudiantes, pero en la medida en que el caudal aumenta, la tarea se hace más difícil porque debes emplear el mismo tiempo para enseñar más contenidos. No había tiempo para reflexionar, para pensar. Esa fue una de las razones para que surgiera la imperiosa necesidad de cambiar los esquemas tradicionales memorísticos de enseñanza y la relación profesor-estudiante y transformar a los futuros médicos en profesionales más activo y participativos”.

El doctor Pérez González tiene la certeza de que la Problematización implica una verdadera conexión con aquello que se está aprendiendo y que el Aprendizaje por Problemas implica mucho más que usar los pacientes del hospital como casos de estudio.

“Tradicionalmente en la Educación Médica se han usado los pacientes para la enseñanza. Eso ilustra la diferencia que establece Arnaldo cuando enfatiza que el término de Aprendizaje por Problemas no es el correcto y que debería emplearse mejor el Aprendizaje basado en la Problematización. Lo que realmente hace la diferencia es el efecto afectivo que tiene en el estudiante la situación que se le plantea y que se requiere que asuma un compromiso y ello sirve de motor para buscar la solución afectivamente. Así, en el proceso de buscar la solución, aprende todo lo que tenga que aprender para resolverlo”.

Zobeida Uzcátegui, médico microbiólogo, profesora de la Cátedra de Microbiología de la Escuela de Medicina Luis Razetti de la UCV y miembro del CIDEM, señala que desde el año 1998 están aplicando la metodología del Aprendizaje por Problemas en la cátedra de Microbiología.

“Cuando hacemos las encuestas, los estudiantes dicen que es una forma excelente de aprender y es la primera aproximación de ellos con un paciente. La experiencia ha sido excelente. Se sienten más comprometidos con el aprendizaje y no quieren volver a estudiar por la forma tradicional.

Para el doctor Juan Francisco Pérez González, el Aprendizaje por Problemas busca restituir la manera natural y fisiológica de aprender, pero con una conducción para hacerlo más efectivo, porque lo orienta y lo dirige.

El doctor Alejandro Zahlout, profesor de la Universidad Experimental Rómulo Gallegos y quien cursa un Doctorado en Educación Médica en el CIDEM, explica porqué ese método es el más apto para el aprendizaje en el campo de la medicina.

“Es necesario que el profesor sea un facilitador y que sea el aprendiz quien empiece a ejercer un poco de autonomía en la búsqueda de esos saberes.